domingo, 23 de mayo de 2010
Mucho más allá de un milagro, es cierto que el tiempo ha provocado un deterioro considerable de la imagen y ese mismo deterioro ha originado una "falsa imagen" que, incluso, es mucho más clarividente que la fotografía original. Y os preguntaréis ¿cómo una falsa imagen?. Os invito a que miréis cuidadosamente la fotografía de nuevo y, no sin trabajo, podréis observar que la imagen es un niño sentado en las rodillas de un hombre: el pelo de la enorme cabeza es la vegetación del fondo, el ojo es la cara casi oculta del niño, la nariz es la manga de la camiseta del niño, el bigote es el brazo doblado del niño, la frente es el sombrero que cubre al niño y la boca es la mano del señor que está sentado.
Sé que es difícil ver la silueta de este chico, y estoy seguro que en el programa de Iker Jiménez habríamos llegado mucho más lejos, ya que es una imagen que cuesta tiempo descifrarla pero, ¿quién negaría que esta imagen nos regala un toque de misterio, perplejidad y nos transporta a un lejano pasado?.
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