sábado, 19 de junio de 2010
Ya podréis haber deducido que soy un apasionado del misterio y, aunque reconozco que soy algo reservado y desconfiado en estos temas, algunas veces me pica la curiosidad y husmeo por este gran mundo informático que es Internet.Hoy me gustaría compartir con vosotros una leyenda, la cual se sale de los posts habituales que normalmente publico en mi blog pero que, creo, es necesaria para pasar de nuestra realidad más cercana a esa incertidumbre que, estoy seguro, todos nos hemos planteado alguna vez. Por tanto, paso a contaros "La Leyenda del Barranco de Badajoz", situado en Güímar (Tenerife), y donde también son muy famosas "Las Pirámides de Güimar".
Cuenta la leyenda varias historias referentes al Barranco de Badajoz (apariciones, ruidos, figuras extrañas,...) paraje repleto de vegetación y unas minas viejas abandonadas, hasta con la maquinaria aún montada. Una de ellas -y la más conocida- de estas historias es la de "La Niña de las Peras":
Nos remontamos a los primeros años de 1900. Se cuenta que los padres de una niña enviaron a su hija al barranco en busca de fruta pero ésta desapareció y no volvió a su casa. La zona fue rastreada completamente por vecinos y amigos de los padres, los cuáles desesperados buscaban a su hija sin encontrarla por ningún lado. Finalmente, desanimados, la dieron por desaparecida. Varios años más tarde, la niña regresó a su casa, asombrosamente con el mismo aspecto que tenía al marcharse aquel día a buscar fruta, como si los años no hubieran transcurrido para ella. La niña contó a sus atónitos padres que había llegado al barranco buscando la fruta que sus padres le habían encargado y se quedó dormida al pie de un peral. Allí fue despertada por un ser muy alto vestido de blanco.
Contó la niña que este ser no le inspiró ningún miedo, y accedió a seguirle cuando se lo pidió. La niña acompañó al ser blanco hasta el interior de una cueva en la que habían unas escaleras por las que descendieron hasta llegar a una especie de jardín en el que habían más seres como él. Finalmente el ser la acompañó de nuevo a la entrada de la cueva y se despidió de ella, que recogió las peras y fue camino a su casa. Ella pensaba que sólo habían pasado unas horas, sin embargo habían pasado más de 20 años.
Actualmente se escuchan muchas historias de gente que ha pasado noches en el barranco o ha entrado a la gruta que existe en el barranco y ha escuchado la voz de la niña en forma de murmullos. Claro está que estas cosas cuesta creerlas pero, lo cierto, es que están ahí para que cada uno obtenga sus propias conclusiones.
Para más información sobre este lugar y sobre los misterios que lo envuelven, os pongo un vídeo del programa "Cuarto Milenio". Espero que estéis acompañados porque el vídeo se las trae:
1 comentarios:
EL INFINITO -¿Qué pone ahí?, ¿qué significa eso?
-Descanse En Paz.
- Pero,... yo creía,... ¿los muertos descansan?
-¿Qué van a hacer si no?
-No sé,... los muertos, pues eso, están muertos.
-¿Y qué?
-Pues que no pueden descansar.
-Quizá descansan porque se cansaron en vida.
-No.
-¿Por qué no?
- La gente descansa para cansarse, y los muertos no se cansan.
-Quizá descansen porque están cansados de descansar.
-Eso es falso. Me engañas.
-¿Y eso?
- O me engañas o los muertos son tontos.
-...
-Si estuvieran cansados de descansar, en vez de descansar deberían cansarse para así descansar sin cansarse.
- ¿Y como se cansarían?
-...Descansando
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