miércoles, 7 de marzo de 2012
Un sector de la sociedad valora mucho a la mujer, pero la valora a su manera, como algo preciado, como algo necesario, como algo incluso imprescindible a lo largo de la vida. Es algo importantísimo pero, en realidad, y si se analiza, es un mero objeto de decoración, decoración ,eso sí, fina y elegante, como un coqueto jarrón de porcelana… ¡No os rasguéis las vestiduras hipócritamente porque esto es fácilmente comprobable!.No es difícil oír frases como “para mí la mujer es lo más, lo más grande, lo más maravilloso” a una mujer “la cubriría de oro” dicen los más pudientes, “le daría todo a una mujer que me guste” dicen los mas humildes y, en realidad, si quitamos un poco esas capas superficiales que cubren la grandilocuencia, solo nos encontraremos un sentimiento machista y arcaico.
Lo peor, sin embargo, no es que estos pensamientos proliferen en un sector más o menos importante de la sociedad, lo mas trágico es que estos sentimientos estén arraigados en un parte importante de la gente joven y cualquiera de esas frases, a pesar de la coeducación, a pesar de los avances de nuestra sociedad, innegables en estos 35 años, las podemos oír en boca de cualquier chico de quince, dieciocho o veinticinco años.
Es la valoración de la mujer, por la mujer, por ser madre, por ser el complemento sexual ideal para muchos, por ser diferente a nosotros. Es una valoración engañosa y que puede llevarnos al conflicto ético e incluso moral.
No se aprecia a la mujer por su valía como persona, como ser humano, como coprotagonista igualitario de nuestras vidas, nuestra historia y, sobre todo, de nuestro futuro. Eso queda solo para decirlo en público y quedar bien, pero en el fondo, muy en el fondo los pensamientos, a veces y por desgracia mayoritarios, son los que primero he expresado.
No se trata ya solo de abandonar el concepto de mujer como un puro objeto sexual o decorativo como hemos dicho, se trata de algo más, mucho más... Se trata de ponerla a la altura del hombre en todas sus facetas, aunque cada uno sea distinto, aunque cada uno pueda tener y de hecho tenga sus peculiaridades.
Cuando vemos que en España solo el 11% de las mujeres ocupa hoy un cargo en los consejos de administración de las empresas, es que algo importante y deleznable ocurre.
Todos los que hemos trabajado o colaborado en distintos ámbitos, alguna vez, con una mujer sabemos la capacidad de trabajo y las dotes que como cualquier hombre pueden tener. Si además todos somos hijos, tenemos hermanas y familiares mujeres, sabemos muy bien de su nivel para desenvolverse en la vida, equivalente al de cualquier hombre e, incluso, debería atreverme a decir que mayor que el de muchos hombres.
Ese, y no otros, es quizás el miedo del hombre a reconocer de una vez lo que es tan obvio. En el fondo muchos hombres ven a la mujer como un peligro en cuanto a competencia como ser humano, habitante de este país y que debe tener los mismos derechos y obligaciones que cualquier hombre.
Es cuando menos una ocurrencia y a veces genera una carcajada oír decir que las cuotas y las políticas de igualdad van en contra de la mujer misma. Esto podría ser así, si de verdad esa igualdad fuese efectiva, comprobable, con datos y cifras pero, por desgracia, los números, la experiencia y la realidad nos dan otras y, por tanto, es absolutamente necesario profundizar en políticas de igualdad.
Los mismos políticos, metámonos muchos y sálvese el que pueda, hacemos y practicamos lo contrario de lo que predicamos en muchas ocasiones y deberíamos ser los primeros en dar ejemplo a los demás para que, de una vez por todas, la sociedad, o un sector importante de ella, comprenda que no adelantaremos nada con declarar un día de la mujer, con regalarle una rosa y con hacer un acto especial. A veces el “regalo” puede ir envenenado y como he leído por ahí, el día ocho debe ser cada día del año y desde luego hay que seguir luchando por mantener las políticas que se dirigen a enmendar una situación que dicta mucho, pero que mucho, de ser ideal.
Por supuesto animo a todos a seguir en nuestra lucha y aunque se hayan conseguido grandes niveles de igualdad para las mujeres y los hombres, estos no pueden quedarse únicamente en determinadas actividades y determinadas profesiones, aunque eso sí, desde aquí también reivindico la política, sobre todo la más progresista, como la única actividad noble, muy noble por cierto, que ha sido capaz de situar a la mujer a un nivel de igualdad mayor que en cualquier otro fragmento de la sociedad.
Los intentos que se atisban por el horizonte, relativos a volver a inculcarnos conceptos y teorías decimonónicas, nos deben alertar, prevenir y situar en una actitud de vigilancia y vanguardia, pues nunca debemos permitir estas opiniones y teorías, y menos que se de un solo paso atrás en las políticas de igualdad.
Animo a las mujeres a que no cejen en su empeño para que sus actitudes y aptitudes, nos empujen a muchos hombres, como ya ocurre cada día, como espoleta y ejemplo para conseguir que el hombre y la mujer sean iguales en todos los aspectos y circunstancias de la vida. Ese sí sería un perfecto 8 de marzo.
1 comentarios:
Hay algo muy cierto en todo lo que dices y encima por si fuese poco a las mujeres, a mi no, pero si a otras, les pagan un salario, en muchos casos, inferior al de los hombres, y además presumimos de igualdad y en la practica diaria existe poco, por no decir nada.
Es bonito incluso lo que afirmas, pero es que como mujer ni eso me creo.
Seguimos viendo, oyendo y poniendo a la mujer en todos sitios como un mero objeto sexual, mientras a los hombre no somos capaces de verlos como tal. Los hombres sois los hombres, pero no hay posibilidad de convertirlos en los que muchas mujeres son ahora. No hay más que ver algunos programas de televisión para apreciarlo. ¿Os habeis planteado los hombres siquiera que podéis gustarle no solo a las mujeres sino también a otros hombres? impensable para muchos, su machismo se lo impediria pensarlo siquiera, lleváis la penitencia en que no solo muchas mujeres os pueden admirar sino que sin saberlo también otros hombres.
El día que hombre sy mujeres nos tratemos con igualda, pensemos en igualdad y nos sintamos iguales queda lejano, aunque se ha avanzado mucho, pero hacer declaraciones el día de la mujer que sobresalgan y queden bonitas no es todo lo que hay que hacer, sobre todo los que osis y os considerais politicos o politicas y no haceis mucho que digamos sobre estos temas. Me pregunto que politicas de igualdad se hacen en Castellar por parte del Ayuntamiento y por parte del partido que ahora esta en la oposición.
El PSOE buenas intenciones y un poco mas. El PP ni siquiera eso, pues sus señoras y sus muchachas se ven siempre acompañadas en los actos festivos por los hombres pero de ahí no son capaces de pasar ni de pensar. ¡Así nos va a las mujeres!. solo nos quedan algunas asociaciones para poder realizar un poco, solo un poco el ideal de igualdad y el ideal de mujer igual a hombre en todos los terrenos.
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