martes, 30 de julio de 2013
El
jueves, el Presidente del Gobierno acudirá al Congreso, reunido en este caso en
el Senado por las obras del hemiciclo de
la Carrera de
San Jerónimo, supuestamente para dar una serie de explicaciones sobre el “caso
PP”, o sea, sobre los papeles de Bárcenas, sobres y sobresueldos, presunta
financiación ilegal, etcétera.
Sin
embargo, mucho nos tememos que al final, tal y como vienen anunciando algunos
de sus inmediatos colaboradores, de esto hable poco… y se extienda, en lo que
ellos dicen, “interesa de verdad a los españoles”, es decir, en contarnos sus “grandes
hazañas” para recuperar la economía que, básicamente, consiste en enriquecer
más al que más tiene y empobrecer más al que ya no le queda prácticamente nada.
Mientras tanto, por otro lado, la clase media se dilapida. Y todo esto, lo
comentan como si no nos interesase lo que hizo o dejó de hacer durante unos
pocos años y en su propio partido, quien ahora dirige los destinos de la nación
con parte de su equipo y dando cobertura a un delincuente de las
características de Bárcenas.
Los
políticos, de manera especial los de arriba, los profesionales y los que cobran
del erario público, como dije ya en otra ocasión, no solo tienen que ser
honrados sino además parecerlo.
No
podemos permitir seguir teniendo en las distintas cúpulas, presidencia de
gobiernos, nacional o autonómica, diputados, alcaldes, etcétera que sean un mal
ejemplo para el país. Un político tiene que gobernar y procurar hacerlo bien,
mirando el interés general por encima de todo, pero además tiene que ser
alguien que dé ejemplo constante a la ciudadanía en su vida pública y en su
labor cotidiana. Ejemplo constante y visible, ejemplo interno y externo de cara
a una sociedad que, cada vez más, necesita referencias alejadas de la corrupción,
del egoísmo personal e incluso de la delincuencia económica.
De no
producirse pronto este cambio, la sociedad entera se irá contagiando y
corrompiendo poco a poco. Los ciudadanos y ciudadanas en su mayoría pensarán
que lo que hacen aquellos que están en el poder lo podemos hacer nosotros igual,
“¿por qué no?, si lo hacen ellos…”. Por eso es tan necesaria la ejemplarización
de las conductas. Por eso son tan necesarias las dimisiones, por eso es tan
importante la regeneración pública.
Hay un
dicho taurino que un amigo mío me
recuerda a veces, y que dice que “se torea como se es”. Podríamos decir que “se
gobierna y se hace política también como se es”. De ahí la importancia de las
explicaciones, de los argumentos y, sobre todo, la importancia del
reconocimiento de los fallos, de los errores, incluso de la culpa. Hay que
volver a creer en las personas y también en los políticos.
Decir
“lo siento”, “perdón”, “discúlpenme”, “me equivoqué”… no está de moda en
política, pero tampoco, si nos fijamos, lo está empezando a estar en el resto
de la sociedad, en la vida particular de cada uno. ¡Qué poco utilizamos ya
estos conceptos! Si unos, los que están en las pantallas y en los periódicos,
no utilizan estos términos, ¿por qué los vamos a utilizar los demás? De ahí la
importancia del ejemplo de los políticos.
Qué gran
lección para toda la nación sería que el “caso PP” se resolviera con un mea
culpa del Presidente y de su equipo, con un “perdón”, con un “lo siento no
volverá a suceder” y, tras eso, la dimisión ética y honrosa de quienes han
protagonizado y permitido hechos tan lamentables en una democracia y en un
estado social y de derecho.
La
dimisión de Rajoy dignificaría y mucho la política nacional y, de alguna manera,
se abriría una puerta a la “cultura de la dimisión” que es una forma de cultura
política que a los españoles ya casi se nos ha olvidado. La democracia y las
libertades lo agradecerían y la sociedad ganaría en valores, lejos de
perderlos.
1 comentarios:
Corruptos todos, tanto de un lado como de otro, los que nos han gobernado en treinta y tantos años de democracia en este país de ignorantes.Perdón por lo de ignorantes, pero es que si no fuese así, no hubiésemos permitido tanto tiempo esta aberración en el poder.Viva Andalucía Libre y los jornaleros del S.A.T.!!!!!!!.Viva Juan Manuel Sánchez Gordillo y Diego Cañamero!!!!!.Ellos representan verdaderamente los intereses de los jornaler@s andaluces, todo lo demás es demagogia.
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