viernes, 2 de abril de 2010
El tiempo y la climatología esconden y, a veces, descubren partes de la historia, aquella historia que vivieron nuestros antepasados. Hace siglos y siglos quedaron ocultos indicios que demuestran que nuestra geografía es una parte importante de la historia, sin olvidar que durante el transcurso de los años han ido apareciendo hallazgos, los cuales nos han ido revelando pistas sobre los antiguos pobladores de nuestra tierra.En ciertos momentos ese tiempo y esa climatología hacen que salgan a la luz diversos hallazgos indicadores de que alguien vivió en lugares hoy no imaginables por nosotros y, especialmente ahora, las últimas lluvias han dejado al descubierto la parte superior del muro de un depósito de agua romano, el cual abastecía a la ciudad romana de “El Dorado” y “El Campillo”, ciudad que creo, todos habíamos oído hablar de su existencia.
Ya en el 1.947, durante la construcción de un camino vecinal, hoy carretera a Sabiote, quedó al descubierto este depósito, con un arco de unos 30 metros longitudinales de muro, realizado con hormigón romano, (material fabricado con pedazos de piedra, agua y algún agente aglomerante como cal, puzolana o incluso fango). Si el depósito estuviera completo debe encerrar una planta circular de unos 50 metros de diámetro y, aunque no se conoce la profundidad del mismo, en esa misma fecha, aparecieron acueductos de obras de mampostería y trozos de tubos de plomo, indicadores de la utilidad de este descubrimiento.
Hoy, gracias a la meteorología, podemos observar ese hallazgo, podemos imaginar la forma de vida de aquellas personas y nos hace retroceder a tiempos remotos donde los romanos eran pobladores de nuestras tierras.
*Datos procedentes del libro de D. Juan de Dios González.
1 comentarios:
Pedro gracias por la información porque un día pasamos mi mujer y yo andando por allí y nos paramos a ver que podía ser. Ahora me ha quedado claro, vamos ni se nos pasó por la cabeza.
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