miércoles, 4 de septiembre de 2013
En Castellar está ocurriendo un fenómeno muy curioso en el
gobierno del pueblo y en la política municipal. Cuando en toda España y en
parte de Europa se pide una democracia más profunda, más real y un acercamiento
de los asuntos públicos a los ciudadanos, aquí, en nuestro pueblo tenemos un
gobierno municipal absolutamente anticuado y casi, puedo atreverme a decir,
obsoleto... Por los comportamientos y actitudes así lo parece. Aquí en política
es como si hubiésemos retrocedido sesenta o setenta años atrás.
En el Pleno del día 2 de septiembre, se dieron, como viene
sucediendo desde el comienzo de la legislatura, una serie de circunstancias que
alejan a los ciudadanos de la política y que recuerdan modos y maneras que nada
tienen que ver con una democracia. Pero en el fondo también…y lo peor es que
lejos de suavizarse o mejorar, cada día que pasa todo esto se acentúa.
Siguen con las improvisaciones y con el “yo me lo guiso, yo
me lo como” y por tanto siguen cometiendo errores…los mismos desde el primer
día, pero cada vez más acentuados, si cabe.
Hoy subo aquí dos documentos que se leyeron en el Pleno y
constarán en acta. El primero, es relativo a la nueva denominación de la plazuela
que hay al lado del Ayuntamiento y que pasará a denominarse “Constantino Unghetti”.
El segundo es la moción que presentamos relativa a la transparencia
en los modos, maneras y usos democráticos en la gestión y en la vida pública
municipal de Castellar.
Si los leéis creo que quedará todo suficientemente claro.
Si alguna responsabilidad tenemos los políticos hoy es la
de que toda nuestra gestión y todas nuestras acciones sean lo más transparentes
posibles…. Y, sobre todo, tratar de devolver la cercanía y la credibilidad al
pueblo, a los ciudadanos y ciudadanas, a los castellariegos y a los vecinos y
vecinas en nuestro caso.
Ese es nuestro empeño y ese es nuestro choque frontal con
un muro de piedra con formas dictatoriales, que se llama Alcalde y parte de su
Equipo. Así mismo, textualmente, se lo hicimos llegar durante el desarrollo del
pasado pleno.
Dije que Castellar y el Partido Popular se merecían otro
alcalde y hoy aquí lo reafirmo. No son de recibo, ni las conductas políticas,
ni las actitudes políticas, ni los modos y maneras y, menos aún, el fondo de
las cuestiones y actuaciones que realizan.
Parece que no quieren cambiar. Parecen que se encuentran
muy a gusto con sus modos y maneras de “defender” aquello por lo que fueron
elegidos y elegidas. Una lástima, sin duda alguna…
El Alcalde, en el Pleno de ayer, buscó insistentemente
expulsar a este portavoz de la sala de Plenos. Tuve que dejar a un lado mi
libertad de expresión, mis más elementales y básicos derechos como
representante del pueblo, para no ser expulsado cuando llevábamos poco tiempo
transcurrido del pleno. Ayer el Alcalde no se dio cuenta de que al no dejarme
explicar el sentido de nuestra votación afirmativa en el Plan de Empleo de la
Diputación, cercenaba la palabra de todos aquellos y aquellas a quienes
representamos.
Otro gran problema, digno de reseñar, es que, para más
inri, utilizan al pie de la letra eso de “al enemigo ni agua”. Cuál nuestra
sorpresa cuando nos sentamos en el salón de plenos y vemos que todos los
concejales y concejalas del PP tenían su botella o vaso de agua encima de la
mesa. Los concejales y concejalas socialistas no. Nuestra queja por su actitud
provocó que una mujer, que no debe ser ejemplo de nadie en política, dijera
textualmente que es “por motivos de la crisis”. Le damos esa importancia porque
esa mujer fue la propia Teniente de Alcalde, la misma que está cobrando un
sueldo pagado por todos y cada uno de los castellariegos y castellariegas.
Tuvimos agua gracias a nuestros compañeros y compañeras que la compraron para
llevárnosla. Un pleno de 3 horas lo merecía…¡¡Gran detalle, el de estos señores
y señoras…!!
En definitiva, ayer hablé en la radio sobre el desarrollo
del pleno. Comenté que aprobamos las 5 propuestas del PP a favor y que ellos
votaron en contra la única propuesta del PSOE. He intentado dejar todo muy
claro, sin acritud, sin rencores, viéndolo todo desde el punto de vista
político y de ejercer nuestra labor de oposición para controlar a un gobierno
descontrolado y para defender los derechos de los vecinos y vecinas.
Mientras tanto, este equipo de gobierno sigue empeñado en
convertirse en el peor de toda la historia del Ayuntamiento de Castellar, con
su Alcalde a la cabeza. No hubo tiempos peores…
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